domingo, 10 de abril de 2011

ES TURNO DE LA FAMILIA

Domingo 10 de Abril del 2011

Y porqué no dar hoy un lugar a hablar de la familia. Durante mi estancia de 8 meses y días en Israel me llamó mucho la atención el ver como a otros miembros de la pequeña gran familia que éramos, les afectaba la lejanía, hablaban constantemente con sus papás o comentaban alguna vez lo mucho que los extrañaban. En mi caso no me sentí mal por el hecho de estar ausente ni me pesó de manera particular estar tan lejano a mis seres queridos. Yo se lo atribuía a que la última fase que viví en México, estuvo llena de distanciaciones y de barreras y creí que habían dejado en mí la viciada costumbre de no ver hacia atrás.
En algunos casos particulares sí podía entrarme una cierta ansia después de días de no tener noticias pero era en casos aislados y muy localizados, fuera de eso me desenvolví fríamente sintiéndome a veces un poco culpable por ello. Tenía trabajo y tenía una pequeña comunidad con la que vivía y me hacían compañía, una muy grata y que amenizaba los días y me hacía sentir miembro de algo.
Hoy la situación es distinta, todo el tiempo vivido en Israel no reúne lo acongojado que mi corazón ha estado en tan solo 9 días en Francia. Lejos de todo, y completamente solo he notado como ahora si puedo resquebrajarme al pensar en la familia y en aquellos que están lejos de mi pero que seguramente me llevan a sus memorias constantemente. Tan solo imaginarme un abrazo de un ser querido me obliga a cerrar los ojos y no se diga rememorar sonrisas y desventuras, porque me entra una nostalgia que hasta un poco de pena me da aceptar.
Venir aquí fue mi elección y lo hice depositando mi espíritu en la acción renovadora de Dios y él se lo tomó muy a pecho y ahora me está reformando por completo. Aún no puedo decir qué sucederá pero hasta ahora he tenido deliciosos deslices de claridad y aunque suelen ir acompañados de situaciones no tan agradables como el hambre, el frio o el cansancio, al final las saboreo como algo que guardaré en mí para el futuro.
Este viaje se lo dediqué a mi Abuelita paterna, mi abuelita Malena que acaba de cumplir 90 añotes y en honor a todos los sueños que ella hizo prosperar en mi, y agradeciendo todo lo que de su compañía, consejo, historia y experiencia he sacado. Decidí  que este viaje debe unirse a una lista de aventuras como aquellas que ella realizo en tantos lugares y que me hicieron soñar con moverme por el mundo como si fuera dueño del mismo. Ella me ha motivado y hoy es buen momento para recordarlo.
Dentro de esta misma línea te cuento que en una conversación con mi tía Malena (hermana de mi papá, hija de mi abuelita), salió a colación el modo en el que he llegado a Francia a aferrarme de lo que surja poniendo todo mi esfuerzo, talento, inteligencia y sagacidad. Y cobra sentido y relevancia cuando pensamos y rememoramos que muchas décadas atrás mi bisabuela (abuela de mi papá) llegó a la Ciudad de México en una situación de completa dejadez a lo que se fuera disponiendo frente a ella, tomando las oportunidades y luchando por su hija, pequeña que años después se convertiría en una medico pionera y que a su vez seria punto de partida de lo que tras un par de generaciones repercutiría en uno de los eventos más importantes de la historia de la humanidad, hablo por supuesto de mi nacimiento.
Lo anteriormente mencionado viene a mi mente entre muchas ideas más que me abruman el día de hoy y que seguramente me seguirán azotando inclementemente en los días venideros. De ningún modo me arrepiento de haber hecho esta parada antes de volver a casa, y menos porque es gracias a esta estación que puedo reconocer que me faltaba luz para distinguir cosas que debía sacar muy del fondo de mi persona. Recordar mis raíces, luchar por un futuro y nunca soltar los vínculos que nos unen al calor de un abrazo y el cariño de un “te quiero”.
Una soledad nueva a la que no estaba acostumbrado me ha recordado lo indispensable que resulta en la vida tener a nuestro lado a nuestra gente y hoy lo reconozco y con orgullo lo digo. Soy amado y amo también y no veo llegar el día del reencuentro. Rostros en mi mente pasan sin detenerse, todos aquellos a los que no he visto en largo tiempo y que anhelo estrechar próximamente, la familia que se compone no solo de consanguineidad sino también de entrega e incondicionalidad y que a Dios gracias no ha sido poca en mi vida.
Mi familia es grande y desde mi madre que tanto me piensa y tanto me ama, mi hermana de la que tanto disfruto la compañía, inclusive mi padre con quien estuve distanciado desde hace ya un tiempo considerable y con quien ahora trato de rehacer una historia, pasando por todos aquellos que en ratos de veraneo compartieron sus vacaciones conmigo y que tengo el honor de llamar “primos”, mis tíos, abuelos, sin dejar fuera a los parientes que aparecen ya más alejados en el árbol familiar, recordando quizá a la Tía Tita que me enseñara con cariño y paciencia a teclear el piano hace muchos años y que hoy en paz descansa en la misericordia de Dios a quien siempre amó profundamente, mis amigos que también he llamado hermanos pues han mantenido su mano tendida siempre para mí y me han soportado cuando ningún otro lo hubiera hecho, hasta aquellos que aunque iba conociendo apenas antes de mi partida me han mostrado su interés y cariño en la distancia y se muestran pendientes y atentos, siempre vigilantes  a mi situación esperando que esté bien y dándome ánimos.
Esa es la gente que hoy extraño y que componen mi círculo y que lo mantienen siempre confortable para mí teniéndome en su corazón, de ellos me acuerdo hoy, a ellos ofrezco mi oración de esta noche. Pido por ellos, ofrezco los sinsabores de este viaje y agradezco tenerlos como luminaria guía en mi vida.
Ellos son mi familia y la enseñanza que se postula para quedarse largo rato impresa y que trataré de vivir y prodigar, es que nunca debes alejarte demasiado del hogar y menos si hay corazones latiendo por ti en casa, no se trata de mirar siempre hacia atrás porque ellos atrás no se quedan, avanzan contigo, quizá no en la misma vereda pero si en paralelo, siempre yendo codo con codo viendo hacia el futuro y amando hasta el límite.
Gracias.

Portami Via 

3 comentarios:

  1. y ke me dejas sin palabras??? solo una pregunta: ¿Por qué el sandwich???? lo demas va en un inbox

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  2. Repito lo de sentirme orgullosa... siempre y para siempre. Benditas oportunidades que te da la vida.Sinsabores, sí, dolor, tristeza y soledad, ¡seguro! Pero decía mi papa: "De esta situación saldrás fortalecido". Hijo,te amo. Dios te bendiga.

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  3. La imagen es una representación alegórica de una familia,porque qué es la familia sino un sándwich?
    Es una unión, es una mueganización de varios elementos para hacer un toso. un individuo solo, es solo eso, el resto de agentes que se unen le dan sabor y soporte... entonces la familia es un sándwich de ardilla.

    jaja, apoco no esta cool la imagen?

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